Por Agustín Serale
Ha pasado aproximadamente un año de aquel 11 de octubre de 2019 cuando la cárcel San Martín fue declarada monumento histórico por el decreto Nacional 707 de 2019. Ahora parece un lugar abandonado y un basurero. Cabe recordar que el servicio penitenciario dejó de funcionar en 2015, permaneciendo mínimas actividades de mantenimiento. Consecuentemente, el gobierno cordobés decidió hacer de este lugar, un parque con varios atractivos, por ejemplo: un museo de los pabellones mas significativos del lugar.
Un poco de historia
El peculiar edificio del barrio cordobés de San Martín, fue construido en 1886 por el arquitecto Francisco Tamburini. Su estructura panóptica lo convirtió en una pieza de arquitectura penitenciaria única en el país. Además, el cura Brochero visitó reiteradas veces la capilla interior y, en el gobierno de facto de 1976, se retuvo allí a alrededor de 30 victimas del terrorismo de Estado.
Sin embargo, las obras de refaccionamiento se detuvieron a raíz de que un sector de la sociedad se opuso tenazmente a la intervención. El comienzo de la pandemia, por otro lado, empeoro el estado del predio. Ahora lo mas preocupante es que los vecinos arrojan residuos de basura en forma indiscriminada en el predio.
Hoy, lejos de ser el parque del proyecto planificado por la municipalidad de Córdoba, es un basural. Entonces surge la pregunta, ¿y la municipalidad dónde esta?. “Tenemos servicio de recolección de basura”, recalcó un vecino del lugar y afirmó que “pasan de lunes a viernes, una vez al día”. Sin embargo, el espacio está repleto de basura.
El municipio continúa con las refacciones mas relevantes del edificio y por la situación delicada del país, lo realiza de una manera muy lenta; prometiendo que para marzo de 2021 estará terminado el proyecto. Será cuestión de no quitarle los ojos de encima.