La empresa comenzó el paro el viernes pasado y lo levantó este martes. Sus reclamos: despidos de empleados, malas condiciones laborales y falta de unidades nuevas.
El paro comenzó por el reclamo de seis empleados despedidos. Omar Sereno, del Ministerio de Trabajo, lo declaraba ilegal y dicataba conciliación obligatoria. Con el paso de las horas se sumó el reclamo por malas condiciones laborales y falta de nuevas unidades.
El lunes a la noche en la sede de UTA, miembros de su junta directiva y algunos delegados de Autobuses Santa Fe (liderado por Martín Avendaño, representando al gremialista Alfredo Peñaloza), comunicaban su decisión. Paro general de todas las empresas y movilización. Por su parte, Ricardo Salerno (secretario general del gremio) afirmaba que no decretaba medida de fuerza. A su vez, el intendente Ramón Mestre, dufundia un mensaje pidiendo levantar el paro ya que los conflictos laborales no existían y todo se trataba de una interna gremial.
El mismo lunes, se recibieron notificaciones que los delegados aseguraban eran telegramas de despidos. La empresa aclaró que sólo se trataba de intimaciones para retomar sus tareas habituales.
La empresa considera que la pérdida de estos días de paro, fue más de tres millones de pesos. Se les descontará a choferes, alrededor de seis mil pesos del próximo sueldo. La Municipalidad cobrará multas por más de un millón más las quitas de nación por los días que entregó subsidio y no se trabajó.
Por último, se descartó la consideración de un aumento en el boleto. Fetap había pedido llevarlo a $13.50 aproximadamente.
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