Esta tarde a las 18 en la Sala de las Américas del Pabellón Argentina se dará el comienzo a la temporada de conciertos 2016 de la Orquesta Sinfónica de la UNC, y, previo a su recital, charlamos con su director Daniel Mazza.
Lejanos son esos días de 2005 donde la Orquesta Sinfónica de la UNC dio sus primeros pasos bajo el apoyo de la de la Secretaría de Extensión Universitaria y el Departamento de Música de la Escuela de Artes. Hoy, a 11 años de su creación, y en vista a su presentación de hoy, charlamos con el maestro Daniel Mazza, quien tiene una sólida experiencia como director en distintas orquesta del país -Rosario, San Juan, Tucumán, Entre Ríos, La Plata-. Desde septiembre del 2015, comenzó a transitar un nuevo camino en su carrera como director, al frente de la Orquesta Sinfónica de la Universidad Nacional de Córdoba.
Viendo el programa de presentaciones anteriores, observé que suele haber por lo menos una obra de Mozart. En este caso: ¿Como es el proceso de selección de las obras?
Ahhh! bueno. No es deliberado. Tiene razón. Lo que es deliberado es que siempre hay una obra (porque trabajamos en conjunto con la Facultad de Artes) de un compositor/ profesor/ alumno/ egresado o tesista. En este concierto no porque tiene que ser un concierto corto. Trabajamos en conjunto con la Facultad de Artes, no es que elegimos nosotros. Hay un comité de ellos que eligen.
¿Que es lo que promete este recital de hoy para el público?
Bueno, muchas cosas porque es un grupo de 60 personas y es difícil poder pulir todo bien. Por un lado, siempre toca un integrante de la orquesta como solista, y tocar con solista no es fácil. Hay un hueco que es muy difícil de cubrir. Desde que uno se recibe hasta que puede tocar con una orquesta de solista, hay un hueco incierto que no está construido, y es lo que estamos tratando de hacer nosotros. Digo tratando porque hay que modificarlo; no es fácil. Y lo otro, es el objetivo de tratar siempre de tocar algo de un compositor de acá.
En el ámbito musical se habla mucho de la función de la partitura. En este caso: ¿Usted trata de seguir la idea del compositor o busca salirse para dejar una huella en la obra?
Para que puedan entenderlo todos, la partitura es como una receta de cocina. En sí no dice nada pero a la vez lo dice todo. Es lo mismo que un libreto de teatro. Tiene las palabras pero no dice como decirlas. Entonces el director y los interpretes se ocupan de como decirlo. Mirá el famoso “Ser o no ser”. Está escrito hace como 500 años pero nunca vas a ver que se diga dos veces igual, incluso en el mismo actor de un día para el otro. Y ese es el secreto de la interpretación. Por eso existen tantas versiones. Si lo hiciéramos siempre igual sería lo mismo siempre. Cuando el público va a escuchar, va a escuchar la versión, a escuchar el concierto dicho de otra manera.
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