En la tarde de ayer, en la esquina de Colón y General Paz, se realizó la segunda movilización a nivel nacional contra el gatillo fácil. Cientos de personas se reunieron en el centro cordobés para pedir justicia y luchar contra la represión policial.
Se calcula que, cada 28 horas, un chico muere a causa del gatillo fácil, que no es otra cosa que un disparo indiscriminado por parte de un miembro de la fuerza policial. Estos jóvenes de entre 17 y 23 años, en su mayoría, son de zonas de la ciudad marginadas por el Estado y por las fuerzas de seguridad, donde viven en condiciones deplorables.
Es por eso que, en el día de ayer, se realizó la segunda Marcha Nacional contra el Gatillo Fácil en Córdoba, con el fin de reclamar justicia por los jóvenes torturados y asesinados por la policía.
La movilización comenzó en la esquina de Colón y General Paz. Si bien estaba pactado para comenzar a las 17, hubo demoras y empezó alrededor de las 18,30. En ese momento, las murgas empezaron a bailar en la histórica esquina de la ciudad. Detrás de estas, madres y familiares de victimas de gatillo fácil levantaban alto sus carteles, en reclamo de justicia.
Alrededor de las 19 comenzaron a movilizarse. Las murgas, familiares de victimas y varias organizaciones sociales y partidos políticos, comenzaron a avanzar por avenida General Paz. En la calle, estaban las madres con gritos eufóricos de dolor recordando a sus hijos junto a familiares y conocidos que levantaban carteles de justicia. Por delante, lideraban las murgas que danzando dirigían la marcha . En las veredas, un grupo de jóvenes se encargaba de llenar las paredes con carteles que llevaban las caras y nombres de las víctimas.
La policía estaba por todas partes. Estaban cortando los accesos a las calles tomadas y delante de los edificios públicos como la Lotería de Córdoba o la Catedral. Hubo tensión entre los manifestantes y la policía en varios momentos.
La movilización siguió por 27 de Abril y culminó en el Centro Cívico. Al llegar al lugar, la manifestación se encontró con la casa de Gobierno totalmente cercada. Fue delante de aquel cerco donde la movilización llegó a su fin.
La Coordinadora de Familiares de Victimas de Gatillo Fácil leyó el manifiesto, donde reclamaba justicia y pedía condena para los policías asesinos. También se hizo pedido de justicia por causas como la de Heraldo Eslava, referente de Villa La Maternidad que peleó contra el desalojo de miles de familias del lugar, hoy víctima de homicidio.
Como cierre del movimiento, se prendió fuego a un muñeco gigante de un policía con la inscripción “Facho 1” en su pecho, frente a la mirada de todos los policías que custodiaban el lugar.
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