La empresa coreana LG presentó una televisión ridículamente fina que se cuelga con imanes.
Ya estamos acostumbrados, quizás, a leer sobre lo extremadamente delgados que se vuelven los televisores, pero lo que sorprende esta vez es que, este nuevo LG, se puede colgar de la pared y hasta “despegarse” como si se tratase de una lámina autoadhesiva.
La evolución de los televisores se acerca cada vez más a lo futurista. Durante un evento de medios de comunicación en Corea fue presentada esta nueva generación de televisores ultradelgados.
LG vuelve a sorprender con sus avances y esta vez muestra una pantalla OLED (en inglés “organic light-emitting diode”, en español “diodo orgánico de emisión de luz”) de 55”, la cual tiene solamente 0.97 mm de grosor y pesa 1.9 kg. El equipo se adhiere a la superficie gracias a un imán, el cual está unido a la pared.
El truco para su grosor estaría en los circuitos, los cuales en vez de estar en la pantalla, estarían colocados en el soporte del dispositivo. La única empresa que sigue trabajando en el desarrollo de OLED es LG. Yeo Sang-deog, vicepresidente ejecutivo de la empresa, reconoció que la compañía espera aumentar la producción de las pantallas OLED para que se logren cumplir sus expectativas de vender 600 mil este año. Mientras tanto, Sony y Samsung ya eligieron trabajar con otro tipo de pantallas.
Claramente la empresa coreana demuestra que sigue apostando por el “más finito imposible”, y en este caso, lo hace de la mano de las pantallas OLED.
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