El 31 de mayo pasado se conmemoro el Día Mundial sin Tabaco, instaurado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este año como lema fue Alto al Comercio Ilícito de Productos de Tabaco, el cual busca difundir el daño a la salud por los cigarros ilegales, así como su impacto en las políticas contra el tabaco.
El tabaquismo provoca la muerte de casi 5 millones de personas al año, de seguir esta tendencia, en 2030 la cifra podría aumentar hasta más de 8 millones anuales, El consumo de tabaco es la principal causa prevenible de muerte en el mundo, actualmente mata a 1 de cada 10 adultos, ocasionando más muertes en el planeta en conjunto que el Sida, el alcoholismo, las drogas ilegales y los accidentes de tránsito.
Aunque la epidemia del tabaco se puede prevenir, una minoría de la población mundial vive en países que protegen como es debido a su población mediante normativas aplicando la reducción del consumo de tabaco en los países .
Las advertencias gráficas en los paquetes de productos de tabaco han demostrado disuadir de su consumo, pero sólo en 15 países, que representan el 6% de la población mundial.
El tabaco también afecta a las personas no fumadoras, ya que más de 600 mil muertes al año se producen entre quienes están expuestos al humo del tabaco, mueren de cáncer, cardiopatías, asma y otras enfermedades.
Existen mil millones de fumadores en todo el mundo de seguir así, la mitad morirá a causa de su hábito. Asimismo la lucha de los Estados y de otros organismos queda también justificada por estos datos numéricos ante ellos.
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