Entrevista a corazón abierto de un joven transgénero que nos brinda su experiencia personal en su paso por la Universidad
El proceso de adaptación de una persona transgénero en la actualidad es un tema complejo de abordar y muchas veces tabú, que por motivos ligados a prejuicios sociales y por miedo a lo “diferente” se prefiere silenciar y mirar para el costado. Por lo que estas personas se ven obligadas a no poder mostrar quienes son, que sienten o simplemente a pedir ayuda, en tanto puede llevarlos al ocultamiento, al ostracismo o incluso la marginalidad.
Pero este no es el caso de Juan Martín Iglesias Bustillo (22), un estudiante del Instituto Provincial de Educación Física (IPEF), que nos cuenta abiertamente cómo fue su transición en la Universidad Provincial de Córdoba, la aceptación de sus pares y docentes, y la más importante, la suya.
¿Cuándo empezaste tu tratamiento y cómo fue para vos afrontar las clases este nuevo año?
– Empecé hace 7 meses más o menos y vengo re bien, el otro día tuve turno en la endocrinóloga, me hicieron el control general y vengo de diez. Con el tema de la facu todavía estoy en la lucha, al ser de La Pampa muchos de los trámites se ven demorados por la distancia, como por ejemplo la partida de nacimiento, que la necesito para poder cambiar el nombre en la facu. Tuve que movilizar a la mamá de un amigo para que me ayude con el trámite y la pudo solicitar recién en febrero de este año, y todavía no me llega, por lo que todavía estoy medio en el aire. Lo bueno es que pude hablar con la directora de la Universidad y comentarle mi situación, porque realmente no quería dejar de asistir por la incomodidad de que me llamen por otro nombre.
¿Legalmente te cambiaste el nombre?
– Si, a finales del año pasado ya tenía mi DNI actualizado. Cuando fui a hablar con la Directora, llevé ambos documentos para comprobar mi identidad, la cual me apoyó y logró cambiarme el nombre, pero se necesita si o si la partida de nacimiento para cambiar lo que es el libro matriz, la libreta y demás papeleríos.
¿Y los profesores estaban al tanto de todo esto?
– Uff, eso fue otra lucha (risa), igual me la mande un poco al principio, porque para empezar cada año tenes que hacerte un apto físico, y todos esos estudios los iba a tener que hacer con mi nombre anterior porque todavía no había podido cambiar el nombre en la facu.
Entonces se me ocurrió entrar a mi autogestión y cambiar el nombre desde ahí, y logré hacerme los estudios con mi nombre actual y arranqué la facu tranquilo, confiado que si había cambiado en la página mis datos, en la lista iba a aparecer igual. En la primera clase estaba llegando tarde y me fijo que en la lista decía mi anterior nombre, entonces le pedí por favor a la profe hablar un toque y le expliqué mi situación, y si podía anotarme como Juan Martín por lo que no tuvo ningún problema de cambiarlo, pero así tuve que hacerlo con cada uno de los profes, todos los días, con todas las materias, pero cuando tenga que rendir en diciembre ya tengo que tener todo armado, necesito la libreta si o si.
Supongo que lo más difícil fueron tus compañeros…
– Y encima educación física, todo un bardo, jugamos por primera vez al hándbol el otro día y me re mataron a piñas (risas). Los cambios físicos más notorios se dan después de los dos años, todo lo que es fuerza y eso, por lo que me cuesta un toque adaptarte, pero bueno, siempre me gusto un poco la brutalidad.
¿Y con respecto a la aceptación?
– Y la verdad nunca tuve mucha relación con ellos, no me llevé mucho, amigas solamente tengo dos, que lo entendieron re bien y a los demás no les conté, supongo que se fueron enterando pero nadie me dijo nada malo, aunque hay uno que es mormón y nunca nos miramos muy bien pero bueno (carcajadas). No sentí la discriminación directamente, mas allá que siempre hay algunos que no me tratan o ponen cierta distancia.
Imaginate que por ahora estoy evitando ir al baño, es un bajón sentir que te miran o no sabés si te van a sacar corriendo, que no creo pero por el momento me aguanto, no me queda otra, igual es solo en la facu, en los boliches u otros lugares ya no tengo problemas con eso.
Al ser por lo general un ambiente machista, ¿Sentís más aceptación por parte de las mujeres?
– Si, las chicas son re piolas y le ponen más onda, si bien muy pocos varones le pusieron una onda que jamás me imaginé la mayoría mantienen distancia.
Volviendo al tema deportivo, ¿los equipos son mixtos, o se separan por género?
– Este año arranqué ya con los chicos, imaginate que un deporte como hándbol que es de contacto, no es lo mismo que el vóley tanto lo que son estaturas, como fuerza, etc. pero es en el único sentido en el que hay diferencias, pero bueno, el año pasado tenía que ser suave porque si no las mataba a mis compañeras y ahora las entiendo un poco.
En lo que se me complica es en algunas materias como natación, no la estoy haciendo ahora, no hay forma de que lo haga hasta que no me opere, eso ya es mucho más complicado debido a mi carrera. Es difícil, pero al menos puedo recursarla cuando yo quiera, si bien es un embole atrasarme, al menos no me traba nada, como otra materia que se llama “movimiento expresivo”, que son esos que bailan, se toquetean, te haces masajes con un desconocido, y ese tipo de cosas que todavía no la estoy cursando tampoco, no me copa, por ahora (sonríe), calculo que con la operación de pecho después será otra historia.
¿Tenés pensado realizarte la operación de pecho?
– Si, este año me la hago seguro. La otra, puede esperar, es mucho mas fulera y no hay mucha experiencia acá, por eso prefiero ir tranquilo por ahora, total no me traba la vida digamos, la de pecho si, quiero pasar un verano tranquilo. Ya estoy haciendo los trámites con la obra social, vivo de trámite en trámite.
Para finalizar, si pudieses describir en pocas palabras tu paso por la carrera, ¿qué me dirías?
– Es todo un reto, para mí la facultad y recibirme está entre las cosas más importantes, y debido a mi transición, todos los días es afrontar nuevamente un desafío, como las cuestiones ya comenté, el tema del baño, mis compañeros, los profes, digamos que está presente todo el tiempo, pero si lo fijás como un reto se toma distinto, no se toma como algo que se sufre, sino todo lo contrario, como superación.
¿Sos feliz?
– Muy.
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