La primera edición de la Bienal celebrada en la Facultad de Comunicación tuvo un cierre con miembros de la casa e invitados de lujo.
Viernes 16 de junio marcaba el calendario, el fin de la semana facultativa y de la primera Bienal. Mientras los últimos invitados entraban y salían de las aulas de la ex escuelita, en la explanada del nuevo edificio de la facultad se levantaba un escenario donde el día gris no impidió que alumnos, profesores y transeúntes se reunieran para disfrutar de una tarde a toda musica.
Alrededor de las 17 horas, los primeros músicos se acercaban a la prueba de sonido, uno detrás de otro probando micrófonos, afinando bajos y ajustando luces, a la par comenzaron a llegar los primeros curiosos para presenciar lo que sería el cierre de esta atareada semana.
“Tardecita noche” dirían los argentinos, pero más exactamente las siete menos cuarto, con un sol ya ausente y un cielo cubierto por nubes amenazantes, Luciana y Lionel los conductores de la velada, cedieron el escenario a Las Pérez Correa, quienes aportaron color y risas a la noche. “Canción para tomar el Té” de María Elena Walsh fue interpretado por las clowns Julieta Daga y Lucrecia Ortiz, con una versión con un sabor más picante donde los comentarios y el humor bien argentino se coló entre estrofa y estrofa.
Pasados diez minutos de la hora siguiente, los segundos en pisar el escenario fueron Dúo Cadencia de Susana Cagnolo y Jorge Gaitieri, en esta ocasión Gustavo Urenda (bajo), Matias Medrano (guitarra) y Juani Tamargo (bateria) se sumaron para aportar potencia a este dúo.”Estamos muy contentos” nos relataba Gaitieri a los que luego Urenda agregó: “hay mucha musica dando vuelta por la facu y nos tenemos que expresar así que también es una invitación”. Presentaron su disco “Y se van de viaje” declarado como Interés Artístico y Cultural por la Facultad de Ciencias de la Comunicación. A la quinta el publico les pidió “una más” a este quinteto que supo atraer la atención de los oyentes.
Con una propuesta alternativa Yquelokè, el ensamble de traslasierras compuesto por Gustavo Galdeano (voz y accesorios), María Elena Bonel (voz y accesorios), Paula Ion (voz y didyeridú) y César Ramallo (percusión) tomaron posición para compartir su musica.”Muy original, cultural y llamativa” caracterizó esta performance un compañero que miraba atentamente al escenario. “Arte y cultura también es resistencia” fue una de las ultimas frases que Galdeano pronuncio antes de la ultima canción.
Con una conversación amena y un mate de por medio con un joven del publico, los conductores dejaron liberado el piso para Los Pomelos, quienes van a estar grabando sus temas pronto como promete Gastón Rizzi (bajo). En esta ocasión sumaron a su formación dos invitados de lujo, Marcos Palladino de Tabaco de Barro y Marcos Ozamis de Los Caligaris quien declaró “Los Pomelos siempre tienen un lugarcito en mi corazón”. Este quinteto de músicos y periodistas sonaron fuerte la FCC, “vamos a rockear un poquito” dijo Miguel Planells cantante y guitarrista. Comenzaba a sonar el tercer tema y Martina, la pequeña hija de Ozamis se coló al lado del saxofonista y se robo la mirada del publico. Dos temas más tarde el escenario ya contaba con cuatro niños que acompañaron a la banda a despedirse con su version propia de “La balada del diablo y la muerte” de La Renga.
Ozamis no pasó por alto a Los Caligaris y nos comentó que se van presentar el 18 de agosto en La Plaza de la Música para festejar los 20 años de su banda con “El Show Mas Feliz del Mundo” que también los llevará de gira por 12 países.
Pasadas las veintiún horas llegaba el turno de Los Vendedores que, con la participación estelar del Indio Márquez -guitarrista de Javier Calamaro-, se encargaron de cerrar la noche. Cuatro temas más tarde el Indio se sumo a la formación para coronar el final de esta Bienal de Periodismo y Comunicación. “Es un paso obligado” decía con una sonrisa Márquez, comentándonos sobre como es tocar y la amistad que lo une a los miembros de Los Vendedores.
Al rededor de las veintidós no quedaban bandas en escena, los presentadores agradecieron al público cerrando así la primera edición de la Bienal.